SINOPSIS

Dos hermanos cuarentones heredan de su padre boxeador un antiguo gimnasio de barrio, de los de toda la vida (en peligro de extinción). Al mayor, arquitecto, en paro, le han hecho una oferta estupenda para que vendan el local a una empresa constructora que quiere edificar un hotel y que contarán con él para su diseño. Para poder convertir la herencia en negocio deberán convencer a la tercera heredera, una mujer de 39 años, hija de otro boxeador también propietario del gimnasio y socio y amigo del padre de aquellos. Sin embargo, ella no quiere vender, desea conservar el sueño de los padres y reconvertir el local en un moderno gimnasio… 

Durante la acción, los personajes muestran sus diferentes crisis relacionadas con los 40: la crisis de pareja, la crisis de la vida (la enfermedad), la crisis de fe o de identidad (el hermano pequeño sacerdote, hipocondríaco hasta la médula en un personaje muy cómico, pierde la fe) y la falta de crisis (como la que representa el marido de la protagonista, un actor productor de teatro absolutamente ególatra y vanidoso)

A lo largo de la función, se asiste a la reconversión de los cuatro personajes: separaciones, nuevos amores entre ellos, abandono del sacerdocio e iniciación a una vida más frívola, todo tipo de situaciones muy divertidas, que consiguen provocar la carcajada constante del espectador a la vez que la emoción en los momentos de ternura y sentimentales de la comedia.

Un final feliz y esperanzador, una voz de ánimo ante la derrota final: “como en el boxeo, no nos queda otra, caer y levantarnos, y tirar para adelante siempre”…